El Ministerio de Seguridad formalizó esta mañana la “amenaza” que había circulado ayer en forma de comunicado en el que anunciaba una conferencia de prensa para “desenmascarar la mentira de La Garganta Poderosa sobre la acusación a la Prefectura por los hechos en la Villa 21-24”. La conferencia, dirigida por la propia ministra Patricia Bullrich, fue una puesta en escena sin antecedentes que busca estigmatizar y desacreditar a la revista villera que, desde hace años y no sólo en este Gobierno, viene denunciando los abusos de las fuerzas de seguridad en los barrios más pobres del país. De esa manera, también se buscó estigmatizar y desacreditar a todos los medios de comunicación críticos y a las organizaciones sociales que trabajan en los barrios.
La ministra Bullrich se centró en un video en el que se ve una discusión de dos jóvenes con un prefecto arriba de un colectivo y una pelea en la calle para justificar la represión que se desencadenaría horas después en el barrio y que detuvo a tres personas, entre ellas un fotógrafo de La Garganta, durante dos días. El video fue utilizado por la ministra para subrayar que La Poderosa había armado un “relato” de los hechos, ya que consideró que “el objetivo es liberar el barrio para que esté controlado por el estado ilegal y por los que trafican droga”, equiparando a las organizaciones sociales con el narcotráfico.
En ese sentido, le decimos a la ministra Bullrich que no necesitamos que nos cuenten quién es La Garganta Poderosa, sino en todo caso, que el Ministerio que ella dirige dé respuestas a la cantidad de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad, la mayoría de los cuales son invisibilizados por muchos medios comerciales. Ese cerco es el que muchas veces logran romper medios y organizaciones como La Poderosa en tiempos de un constante crecimiento de la violencia estatal en el país.
Por eso consideramos que este ataque no es sólo contra esa publicación, sino contra todos los medios en general que intentan informar a diario las violaciones a los Derechos Humanos en democracia. Y lo que es peor, contra los habitantes de los barrios populares, que son las principales víctimas del aparato represivo del Estado y que pocas veces cuentan con canales para difundir los atropellos de las fuerzas de seguridad.
Justamente, lo que evita La Garganta Poderosa, es esa “zona liberada” que pretende el Ministerio de Seguridad para que sus fuerzas actúen con impunidad.
En la conferencia de prensa, Bullrich no sólo desestimó las denuncias de los vecinos de la 21 sobre cómo los efectivos dispararon contra la casa de Iván Navarro -el joven torturado por oficiales de la Prefectura en 2016 y cuyo causa impulsó un juicio en el que hoy están juzgando a seis prefectos-, sino también cómo ingresaron a las casas, golpearon a vecinos y manosearon a una de las integrantes de La Poderosa. La ministra justificó el operativo en el marco de la “flagrancia”, tal como sucedió en el operativo ilegal en el que fue visto por última vez con vida a Santiago Maldonado. Sin embargo, el propio sumario de la fuerza –que consta en la causa en la que sobreseyeron a los dos detenidos- deja constancia que el fiscal Munilla Lacasa dispuso que “no se adopte el protocolo de flagrancia”.
Frente a la pregunta de por qué Prefectura disparó en la puerta de la casa de Navarro, querellante del primer juicio oral y público contra la Prefectura, la ministra confundió a Iván con otra persona, demostrando total desconocimiento de una víctima de torturas que su ministerio tiene la obligación de proteger. Acto seguido, la ministra dijo “la Prefectura no entró a ninguna casa”, cuando fue violado el domicilio de Roque, fotógrafo de La Garganta Poderosa golpeado, torturado, detenido y que la propia Justicia sobreseyó a las 48 horas, desestimando la insólita causa de “robo en poblado y en banda”. En ese sentido, respecto a los abusos cometidos por efectivos de Prefectura contra Jessica –hermana de Roque, que denunció no sólo las golpizas sino que fue “manoseada” por los efectivos- se le preguntó si era parte del procedimiento habitual de los prefectos abusar de las mujeres y manosearlas en los allanamientos, a lo que la ministra respondió “estamos hablando de otro tema” y evadió la respuesta.
Por otra parte, Bullrich realizó una obscena intromisión en las funciones del Poder Judicial y del Ministerio Público Fiscal, interfiriendo claramente en una resolución de la jueza de Instrucción del Juzgado 29, Karina Rodríguez, que falló a favor del sobreseimiento de Roque Azcurraire y Juan Pablo Mónaco, y quedó firme ya que nunca fue apelada por los prefectos denunciantes. Además, cuestionó la labor de la Procuraduría de la Violencia Institucional (Procuvin), intentado condicionar así la labor independiente tanto de los jueces como de los fiscales.
La conferencia fue una clara operación mediática que busca desviar la atención, ya que hoy también se llevó adelante la cuarta audiencia del primer juicio oral contra una fuerza de seguridad de este gobierno. Por las torturas en 2016 contra Iván y Ezequiel–ambos integrantes de La Poderosa en la villa 21-, hay 6 prefectos con prisión preventiva. Las pruebas del accionar represivo son contundentes. En esta misma semana, también, se realizaron las pericias balísticas que determinaron el nombre del prefecto del Grupo Albatros que disparó y provocó la muerte de Rafael Nahuel.
Como afirma La Garganta Poderosa, “las villas padecieron todo tipo de avasallamientos policiales, históricamente cubiertos por ese manto de silenciamiento que defendieron a sangre y fuego”. Por eso consideramos que es hora que eso se termine.
Por eso, también exigimos de forma inmediata la renuncia de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
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